sábado, 27 de octubre de 2012

Cinco días en Texiguat...


El viaje comienza a las 7 de la mañana, en un autobús que mejor no describir... Lleno hasta arriba de gente y de cosas de todo tipo (y no es una exageración... lleno hasta arriba literalmente!!). Un viaje de 90 Km que nos tiene entretenidas durante 4 horas y media, por unos caminos intransitables, llenos de curvas, piedras... Eso sí, conforme avanzamos el paisaje se va volviendo más verde y el camino nos va regalando imágenes espectaculares. Naturaleza que deja un pequeño espacio para las casitas y las pulperias a un lado y otro de la carretera.
Llegamos a la casa Populorum, donde nos recibe una casa en lo alto de un cerro, como presidiendo todo el pueblo, en la que viven 18 tímidos chicos que a lo largo de estos cinco días se han convertido en los mejores compañeros de convivencia!!! Muy bien organizados y dando todo un ejemplo de convivencia y generosidad.



Texiguat es una parte de paraiso... Todo está en calma y con tanta calma te da tiempo a escuchar mejor tus pensamientos. Allí he tenido tiempo de ordenar un poco la cabeza y hacer un buen balance de estos dias por Honduras.
Rodeada de verde y con el sonido del rio y de la naturaleza, valoras y te das mas cuenta de a quien echas de menos a 9000 km de distancia... Yo ya sabia que mi vida en España era fácil, pero con esta experiencia valoro aún más lo que tengo allí, mis posibilidades y principalmente todos esos "Fueguitos" que me acompañan y que tanta falta me hacen. Y ya dejo de ponerme nostálgica..

En definitiva, todo perfecto en Texiguat, pese a los alacranes, arañas, sapos, lagartijas que habitaban en nuestra habitación... Pero el último día incluso jugábamos con ellos... Qué fácil es acostumbrarse a todo..

Lo mejor de este viaje: Los 18 chicos con los que hemos convivido y que nos han llenado de cariño y de buenas sensaciones. Con ellos hemos conocido esas leyendas latinoamericanas que mezclan los ritos indígenas, la iglesia católica, la conquista... y que han ido creando su identidad. Ya os contaré alguna de estas leyendas que nos tienen desperdicio.
Lo peor: Pese a las ojeras, los bichos, los baños con la manguera, no hay nada malo en este viaje, que nos ha llenado de energía para aguantar el ritmo de vida en Tegu. En estos 5 días hemos recargado las pilas con un montón de risas y buenos momentos que han llenado nuestra mochila de anécdotas inolvidables.

Un abrazo desde Tegucigalpa!!  

2 comentarios:

  1. Te quiero tanto.. te veo tan guapa...te echo tanto de menos

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  2. Que bueno que conoces nuestro país date una vuelta por Intibucá te encantara! Saludos!

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