sábado, 8 de diciembre de 2012

Tegucigalpa, Copán, La Antigua Guatemala, Lago Atitlán, Tegucigalpa

Estos días han estado cargados de autobuses, ciudades y paisajes nuevos, olores intensos, colores por todos los puntos cardinales... Tres chicas españolas emprenden un viaje desde Tegucigalpa a Guatemala, (haciendo escala en una de las ciudades mayas más espectaculares: Copán) esperando encontrarse con una ciudad colonial, centro del Nuevo Mundo, La Antigua Guatemala, un lago que baña a comunidades indigénas que mezclan cultos mayas y cristianismo, un mercado que acoge toda clase de telas, cueros, muñecos, máscaras.... Cuando llegan, después de catorce horas de viaje, todo lo que se han imaginado se queda pequeño... La ciudad es mucho más bonita, los colores mucho más coloridos y los olores más intensos, el lago mucho más grande, la comida mucho más sabrosa, la gente más generosa y su sensaciones se van multiplicando por 1000...
Guatemala ha dejado un pensamiento: "Quiero volver!!" (y quiero volver con VOSOTRAS)



Despúes de esos días viajeros, nos espera otra vez Tegucigalpa, con días calurosos, con días que saben cada vez más a despedida, con compañeros de aventura y con muchos niños y niñas dispuestos a recibirnos con su abrazo, que no se cansan de jugar, que se ponen muy contentos cuando te ven llegar...
Estos últimos días en Honduras he decidido centrarme en una de las escuelas infantiles que ACOES tiene en Tegucigalpa. Es un centro infantil en la Colonia de San Isidro, muy cerquita de donde vivo. Además de estar toda la mañana con los niños más pequeños, lo que más me gusta y me llena es hablar con las profesoras y las madres que me cuentan su realidad, su pasado, su presente y su futuro, que en la mayoría de los casos, llegan a confundirse y a no delimitarse demasiado bien las fronteras entre lo que han vivido y lo que le espera... 

JOSUÉ, Lizzy, Valeria y David. Mis pequeños hondureños!

He leido estos días que cuando se acerca la despedida es cuando empiezas a echar de menos las cosas... y ya comienzo a extrañar la vida en Honduras, una vida que no se convierte nunca en rutina, unos días que te dan la oportunidad e conocer personas nuevas y vivir sensaciones irreconocibles, días llenos de sonrisas (aunque también preocupaciones). La experiencia Honduras-ACOES, sirve para poner los pies en la tierra, para despertar y darte cuenta de lo que de verdad pasa en algunos países del mundo... Para valorar, aún más lo que tengo en España...
Ya queda poquito para llegar para empezar cosas nuevas y terminar con los asuntos pendientes. Ya huelo a España pero me llevo parte del olor hondureño...

Les escribo pronto y les veo en poco tiempo!!
Un abrazo con todas mis fuerzas!!

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