lunes, 21 de enero de 2013

Hoy hace un mes....


Parece mentira... Lo rápido que pasa el tiempo y como los recuerdos se van afianzando...
En mi cabeza todos los momentos que han compuesto el guión de estos 73 días, aparecen como fotogramas... fotogramas quemados a blanco que van pasando a cámara lenta, con primeros planos de caras de niños sonrientes, fundidos a negro por las calles de Tegucigalpa, donde se proyectaban, a la vez, la ilusión y la inquietud, un plano general de todas las comunidades que he visitado, un contrapicado para los momentos complicados, un plano detalle de los abrazos recibidos y de las risas compartidas. Para esta historia tengo los mejores actores del mundo, una compañera de viaje con la que nunca se acababan los buenos ratos y las escenas cómicas, ocho chicas de la Santa Rosa que aparecen como coprotagonistas enriqueciendo el film con su cariño, un grupo de españoles desconocidos que se juntaban a 8000 km de casa y que acababan siendo grandes amigos... Actores que dieron fuerza e impulsaron mi película. 

Estos 73 días han significado la mayor lección de Historia que he recibido, donde he podido rodar mi película con pedazos de vida y momentos. Con las fortalezas de todos los hondureños y hondureñas que se cruzaron por mi camino (o mejor dicho yo me crucé por el suyo), con sus convicciones, sus preocupaciones, su complicada supervivencia. Mi historia habla de ellos y de los dramas que ocultan sus sonrisas, el guión de mi historia sabe a tortillas de maíz y frijoles, huele a baleada y a semita, a pastel de tres leches, como banda sonora tiene todos los pedazos de vida que me han ido contando, una canción de Café Guancasco sonando en la antigua cárcel de Tegucigalpa y el baile de dos enamorados moviéndose al ritmo de la punta. 

Cuando el calendario marcaba el día 20 de diciembre, comprendía que había llegado el "The End", un final feliz, abierto, sencillo y un poco amargo. Un final hermoso y a la vez trágico, sólo un final pero también un principio... 

Hoy hace un mes que he vuelto a mi vida, a mis cosas, a mi familia y mis amigos, una vida que inevitablemente ya no es la misma... ahora me paso el día hablando de Honduras, de las escuelas, de ACOES, cada cosa que vivo la comparo con las escenas y los modos de vida catrachos... Desde que llegué sólo estoy pensando en regresar... Y es que Honduras ha sido mucho más que un viaje, los planos desenfocados que invadían mi vida antes de irme ya no aparecen, ahora sólo quiero rodar escenas llenas de enfoques a los pequeños detalles con los que la vida te obsequia día a día, ya puedo ordenar las palabras mal puestas y extender un cheque con mi tiempo...

...GRACIAS ACOES, GRACIAS HONDURAS...